martes, 4 de mayo de 2010

LA SONDA DE ARCTURO

XENTOR XENTINEL NUEVAMENTE HACE UN MUY BUEN TRABAJO RESUMIENDO EL LIBRO DE JOSÉ ARGÜELLES "LA SONDA DE ARCTURO: RELATOS E INFOMES DE UNA INVESTIGACIÓN EN CURSO" QUE ESCRIBIÓ EN 1996. En la entrada, Xentor afirma: El visionario José Argüelles escribe su libro para contarnos una nueva Saga Cósmica que, según el contactado Sheldan Nidle, debemos ubicar en un momento entre la primera y la segunda Grandes Guerras Galácticas.

EL SECTOR DE VELATROPA

Nuestra Galaxia está dividida en Sectores (muchas fuentes coinciden en que serían 24 Sectores). Nuestro Sector incluye Sistemas como Aldebarán, Alfa Centauro, Altair, Arcturo, Antares, Fomalhaut, Proción, Pólux, Régulus, Sirio y Vega. Y, por supuesto, nuestro propio Sistema. Es el Sector de Velatropa o Zona Galáctica Experimental.

Velatropa significa «Lugar de la Luz Que Gira», pues es aquí donde la luz o el poder del Centro Galáctico gira o rota de manera novedosa, creando nuevas formas de vida y, sobre todo, nuevos desafíos.

Durante mucho tiempo, los seres del Sistema Arcturo —donde se inicia esta historia—, sólo conocieron a nuestro Sistema como «Velatropa 24», por ser la 24a Estrella en elevarse sobre el horizonte arcturiano medio. Nuestro Planeta, el tercero de este Sistema, era conocido como «Velatropa 24.3», Marte como «Velatropa 24.4», etc.

El Sector de Velatropa es uno de los Órganos de Evolución más reciente de la Galaxia, y se halla hacia la extremidad de uno de los «brazos» de la espiral galáctica. Fue designado experimental por los Universales de la Liga Matrix (nombre que da Argüelles a los Helel Serafín), precisamente debido a su reciente posición «en el borde de las cosas».

De hecho, el mandato principal de la Federación Galáctica en este cuadrante es monitorear el desarrollo de este nuevo Órgano Galáctico, tarea que cumplen principalmente los habitantes de Sirio, Antares y Las Pléyades. Ninguna Estrella dentro del Sector de Velatropa se orienta sin tomar en cuenta a las Pléyades como punto central de referencia.

Monitorear un nuevo Órgano Galáctico es una operación muy compleja. Nuestra Galaxia —a la que los Arcturianos se refieren simplemente como «La Madre»—, posee una vida y un latido propios. Su propósito, confuso para nuestra inteligencia, es ampliar su capacidad para la autoexcitación interna, lo que al parecer, hace en grandes pulsos sincronizados. Su meta final parece ser emparejarse con otra Galaxia, quizás muchas otras. En pos de sus fines, desarrolla nuevos Órganos de Excitación con el objeto de establecer interfase con Órganos más antiguos, ya evolucionados.

El Sector de Velatropa, o Zona Experimental, es conocido también como la «Región de los Mundos Perdidos». La razón de ello es el propio proceso interno de La Madre, en el que todo aquello que posee un ciclo de existencia es elevado, neutralizado dimensionalmente, o reciclado.

Cuando se forma una Zona Experimental o nuevo Órgano en el extremo del brazo de una espiral, sus contenidos psíquicos se transforman en las Historias de los Mundos Perdidos. Los Mundos Perdidos representan la acumulación de errores, accidentes y las malas acciones kármicas que han ocurrido previamente dentro de la Galaxia. De esta manera, la Madre Galáctica permite nuevas oportunidades de perdón para sus propias fallas internas.

El Sector de Velatropa representa la mayor acumulación de errores galácticos y, por lo tanto, el mayor desafío para elevarse a nuevos niveles interdimensionales de innovación.


LÚCIFER: EL PIONERO DEL VUELO MÁGICO

Antes de Arcturo, fue Lucifer - no en nuestro Cuadrante Galáctico, sino en otro situado en sus antípodas, del otro lado de la Galaxia. Es probable, incluso, que Lucifer exista también en otras Galaxias. Él es uno de los Universales (los Helel Serafín), o con mayor probabilidad, un fragmento de uno de ellos.

Lucifer, Portador de la Luz, Dador de la Luz, Principio Arqui-Cósmico, encarnó en innumerables formas. Lucifer, Pionero del Vuelo Mágico, que lleva la Luz Mágica desde la Presencia Cósmica hasta la interminable primera transformación del Portal Magnético del Tiempo.

Ese mismo Lucifer había estado actuando en el Sector de Velatropa, mucho antes de que la Federación se estableciera. Astutas y brillantes son las creaciones de Lucifer. Pero una Realidad Virtual no llega a ser la Realidad. Aunque hubiera mucho que aprender de las obras de Lucifer, mucho más era lo que había que evitar. Así que en los tempranos Anales de la Federación Galáctica, Lucifer planteó el primer gran desafío: ¿Cómo poner freno a la Energía Luciferina sin abusar del Libre Albedrío?

La Federación había arribado a una solución en un tiempo tan lejano que apenas se lo recordaba como «La Cuarentena». En esencia, Lucifer recibió el mandato de que sus servicios ya no serían necesarios. Se presentó una evaluación, y un orden para limitar toda actividad ulterior de Lucifer a los Sistemas en que sus planes ya fueran manifiestos.

Desde entonces, se habían recibido solamente limitadas comunicaciones de los Sistemas Estelares situados en los confines más alejados del Sector de Velatropa - el área que se había transformado en la Zona de Cuarentena de Lucifer. Tan pocas y tan espaciadas eran esas comunicaciones, y con tan poca frecuencia se monitoreaban otras actividades, que muchos en la Federación suponían que el tema de Lucifer era algo para ser archivado y nada más.


EL SISTEMA ARCTURO

El Sistema Arcturo de la Constelación del Boyero, se encuentra a 36,7 Años-Luz de la Tierra. Según Argüelles, estaría compuesto por 12 Planetas.

Cuando los 10 primeros Planetas terminaron de ser ocupados, fue creada la «Liga de 10», cuyo Sistema de Gobierno era Homológico, tendiendo hacia lo similar u Homogéneo. Sus líderes —los Mayores—, fueron autores de «Los 10 Mandamientos de la Defensa y la Seguridad».

En aquella época, el Sistema era comúnmente dividido en Arcturo Mayor (los 10 primeros Planetas), y Arcturo Exterior (los Planetas 11 y 12). Los habitantes de Arturo Mayor eran inteligencias asexuadas, pero de gran desarrollo telepático.

(No hay acuerdo sobre el aspecto físico de los Arcturianos. Según Argüelles, se trataba de un tipo de Seres Fungoides, es decir, Hongos Inteligentes; pero Sheldan Nidle indica que eran Seres Humanoides con rasgos Equinos, es decir, de caballo. Otras fuentes hablan de pequeños hombrecillos verdes, de grandes ojos y cabezas).

Adhiriendo a su credo de la Defensa y la Seguridad para todos, los Mayores de la Liga de Diez habían hecho del Tiempo un artículo de consumo finito mantenido bajo control por los Banqueros del Tiempo como una recompensa a ser repartida entre quienes se comportaran «bien».

A través de los Banqueros del Tiempo, los Mayores de la Liga de Diez mantuvieron un Nivel de Conciencia Uniforme - es decir, controlado. En tanto el Tiempo se volvía un artículo de consumo retenido en los Bancos, el populacho continuaba creyendo que el Tiempo no era un recurso natural. Esto permitió a los Mayores de la Liga de 10, perpetuar su dominación.

Dentro de los Grandes Ciclos Evolutivos, las cosas avanzaron normalmente sobre la base de los 10 Planetas Interiores de Arcturo - tan normalmente que se produjo una curiosa anormalidad. El nivel consciente de la Liga de 10 se estabilizó hasta el punto de estupefacción. La originalidad se había agotado en el Sistema.

No obstante, existieron individuos que tendían hacia lo irregular o Heterogéneo, prefiriendo vivir bajo su propia ley, en vez de vivir bajo una Ley Común, infundiendo de este modo, inspiración en el sistema de vida presumido y autocomplaciente de la Liga de 10.

(Argüelles se refiere a los seres de Tendencias Homogéneas y Heterogéneas, como «Homóclitos» y «Heteróclitos», respectivamente).

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