martes, 4 de mayo de 2010

LA SONDA DE ARCTURO



VEGA: PORTAL DE ACCESO A UNIVRSOS PARALELOS

Antes de la entrada de los Arcturianos a los Universos Paralelos, Balena y Canus G sabían que sus líneas genéticas los conducirían a un mayor contacto con los del Universo de Lucifer. Balena lo supo antes y lo advirtió a su colega, previendo la migración de muchos.

Argüelles no detalla el proceso que se dio en el Universo de Balena, pero sí presenta detalles de lo sucedido en el de Canus G:

Tras penetrar al Universo K-9 (el Universo Canino) por el Portal Estelar de Vega, un grupo de Arcturianos encarnó en una camada. Nacidos de Sheena G, la Reina de la Jauría, cada cachorro de esa camada fue vivaz y curioso. Canus y Sheena sabían quiénes eran. Aquel fue el grupo que Canus habría de guiar por Senderos de Amor y Gloria.

Ellos deseaban aprender más, y Canus les mostró. Tomó esta camada, ya crecida como una joven y retozona jauría, a través de Portales Interdimensionales que conducían hacia otros Universos.

Primero los llevó hacia el Universo Equino, donde Alissa U, la Unicornio Mayor, preside para siempre, y les mostró ese noble reino. Asombrados por la maravilla y variedad del Tipo «Caballo», incluyendo el alado Pegaso, como asimismo los robustos Ruanos y sementales salvajes, la jauría de Perros Arcturianos estaba fuera de sí.

Formando un círculo y llevando sus cabezas hacia atrás, aullaron al unísono, a modo de invocación. Pronto, Holones Arcturianos hicieron su aparición, para iniciar el diálogo con los Equinos. Majestuosas fueron las actitudes que los Equinos desplegaron ante los Arcturianos. Cada modo de andadura y galope, cada ingenioso giro de la cabeza y movimiento de la crin, fueron saludados con reconocimiento por los Arcturianos. Los Arcturianos querían más. Parecía que nada les parecería suficiente.

A continuación, ingresaron en el Universo Felino. La jauría de Caninos Arcturianos y su contingente de Holones acompañantes estaban propiamente impresionados: Grandes Leones, Tigres, Panteras, Gatos Siameses y Persas, Leones Monteses y Jaguares - todos hicieron cabriolas, gruñeron y brincaron con alegría zalamera, misteriosa.

Entonces llegaron las Tribus de Paquidermos, Osunos, y muchos otros. Les fueron mostradas, y también los Carianos: las Águilas y los Papagayos, los Gorriones y las Lechuzas. Ante cada tipo, los Arcturianos quedaban impresionados y se unían a ellos en diálogo telepático.

Finalmente, ingresaron al Universo Simio, el Universo más feliz, más libre de todos. Ni siquiera los Gorilas y los Monos dejan de jugar. Aquí los Arcturianos estuvieron reflexionando e investigando mucho tiempo. Era como si se hubieran cruzado con algo que habían estado buscando durante mucho tiempo. Por fin, con el pícaro y cartilaginoso Thotmosis, el Rey Mono, los Arcturianos quedaron encantados y extasiados.

Aún así, los Arcturianos imploraron continuar. Canus los llevó entonces a Ka-Mo, el Universo Draco, el último de los Universos Paralelos. La guarida estaba repleta de Dagones. Entrelazados en grandes masas de colas y miembros, su antigua piel moviéndose apenas en medidos resuellos, eran un espectáculo digno de ver.

Tras una larga pausa, uno de los Dragones volvió su cabeza y perezosamente dejó salir un rugido de fuego y humo. Los Arcturianos se juntaron en un pequeño nudo apretado de Caninos y Holones. Era la Madre Dragón misma, la Anciana Ma. Y entonces fue su turno de hablar, de plantear el diálogo telepático.

Tras éste, y con grandes trompetazos de estremecedor aliento y fuego y humo, la Guarida de los Dragones se despertó. Fue como si el Universo entero se hubiera fragmentado. En grandes guirnaldas de llamas y rocas ardientes, apareció un Portal. Luminoso y simple en su forma abovedada, el Portal reclamó la presencia del grupo itinerante.

Canus G, el Sabio Mayor del Reino Canino, el Universo K-9, nunca había visto ese Portal, y prudentemente, mostró el camino.

Cuando todos hubieron atravesado el luminoso portal abovedado, se encontramos en un lugar Más Allá del Tiempo, más allá de la diferenciación entre criaturas: un Reino Mágico, la Fuente Primigenia, el lugar de nacimiento y de juego de los Constructores y Amos Estelares. En su aventura de inocente sondeo, habían llegado a las Fuentes de la Matriz.


LOS MAYORES DE VELATROPA

Cuando corrió la voz de que la Sonda de K-9 había sido conducida a la Matriz, los Batallones Arcturianos de la Sonda, comprendieron que había acaecido cierto tipo de victoria, cierto tipo de punto de inflexión.

Estar en el Reino Místico de la Matriz, el Lugar Uno era una cuestión de tremendo regocijo. Aún cuando sólo fuera para los pocos que habían entrado al Reino Canino, no menos se trataba de una alegría a ser telepáticamente compartida por todos.

Ansiosamente, los Arcturianos en Vega y Régulus juntaron las piezas de los informes que llegaban a sus monitores. Parecía que tanto el contingente Canino como los Holones que se habían unido a él, eran ahora parte inextricable de la Matriz.

Donde una vez había habido una Brigada Arcturiana Canina y su seguidor, el Pelotón de Holones —los Arcturonautas, como Ma de Ka-Mo los llamara— eran ahora los comunicadores de los Maestros Ascendidos o Mayores de la Corriente de Velatropa.

Un Mayor de la Corriente es alguien que ha logrado todo lo que puede ser logrado; que ha servido atentamente y se ha sacrificado por la meta del Amor Uno; que ha domesticado el deseo por la retribución; que ha ido más allá del Reino del Dragón - hacia la Matriz. Y allí, en la Matriz, se encuentran otros Ascendidos Mayores. Son ellos quienes entretienen a los Constructores y Amos Estelares, quienes inventan las canciones y recitan los juramentos cristalinos que se trasladan por la infinita Zuvuya.

—Ahora tenéis tres anclas —dijeron a los Arcturianos los Mayores—: Memnosis, que ansiosamente guarda los Pabellones de la Perdurabilidad en la lejana Altair de Aquilae; Merlín, que precisamente ahora entrena nuevos Magos en las intemporales Arboledas de Proción; y entre y en medio de ellos estamos nosotros, los Mayores de Velatropa, con nuestro fiel guía Canus G. Todos estamos aquí por vosotros. Aquellos de vosotros que han quedado y están ahora reunidos en Vega y Régulus, deben lograr su foco.

»Habéis sido nombrados Domesticadores de Planetas. Lo que ha sucedido y resta aún por suceder es todo un Propósito. La Sonda está tejida a partir de este Propósito. Mucho antes de la existencia de Arcturo, era la Sonda. Es sólo a través de nosotros que la Sonda ha despertado. Pero nosotros no fuimos sus Constructores, ni tampoco la Federación Galáctica es el constructor de la Sonda.

»Pero en este Propósito que a nosotros, los Mayores de Velatropa, se nos ha permitido ver, hemos leído qué es lo que vosotros debéis hacer y adónde debéis ir. Si alguna vez habéis de devolveros a Arcturo, debéis hacer según el Propósito lo indica».

—¿Y qué nos dice? —preguntaron anhelantes los Arcturianos.

—No debéis demoraros más, sino iniciar vuestro camino según ese Propósito hacia la distante Estrella Velatropa 24. Allí, aquellos de vosotros Arcturianos que comprenden lo que significa representar a la Estrella Pastora, hallaréis el fin de vuestra Misión, la Sonda de Arcturo. Sólo entonces habréis recuperado vuestra Tierra Natal. Pero esto es todo por ahora: hasta que hayáis encontrado a los Constructores de Planetas que determinaron los Globos Orbitales de Velatropa 24, vuestro viaje no irá más allá.

Entonces, los Arcturianos tuvieron una visión. Como surgiendo de sus corazones, todos y cada uno de los Holones vieron las brumas en derredor de la Fuente de Todo, la legendaria Matriz: lentamente, suaves luces y maravillosas formas los abrazaron, se fusionaron con ellos y luego se disolvieron, sólo para volver a reunirse en nuevas y más inventivas formas.

Luego, apareció una intersección de Planos de Luz y Sonido, tersa y cristalina, de cuyo centro brotaron 4 rayos. Entonces, manteniéndose estable, el extremo de cada uno de los rayos rotó, casi trazando un círculo. Esta especie de Swástika comenzó entonces a rotar, moviéndose más y más rápidamente hasta volverse borrosa, y luego el borrón se transformó en una esfera cristalina, dentro de la cual estaba todo lo que podía ser visto o conocido. Nunca los Arcturianos habían contemplado algo semejante. En ella se hallaba el Propósito. Y el Propósito eran ellos mismos.

Como un solo Ser, todos los Arcturianos se unieron en Amor para crear el Propósito del Ser Galáctico. Las raíces de su existencia se dirigieron profundamente al distante Sistema Velatropa 24. El casquete o corona se abrió en el radiante fulgor del Centro Galáctico. Y bajo el casquete del Ser Galáctico, vieron, entre otras Estrellas, a Arcturo.

Los Arcturianos pudieron ver cómo los destinos de los Apéndices de la Sonda viraban y andaban su camino, a la ventura aunque magnéticamente, en dirección a los Planetas de Velatropa 24, escasamente visible en los insondables territorios de la Madre Galáctica.

Habiendo visto el Propósito, los Arcturianos necesitaban hallar a los Constructores de Planetas.


LA ESTACIÓN ARCTURO-ANTARES

Los Arcturianos se reunieron en un Congreso Interdimensional en la Estación Espacial Intermedia en dirección de Las Pléyades, en busca de información sobre el paradero de los Diseñadores de Planetas. Por suerte para ellos, un contingente de Ingenieros en Diseño Planetario estaba tomando unas vacaciones en la Estación. Era un grupo de Diseñadores proveniente de Antares de Escorpio.

Dada la naturaleza de su labor y la disminución del número de nuevas Estrellas, los Antarianos estaban hambrientos de algo diferente. Y los Arcturianos pensaron que sería sensato aliarse con ellos y permitir que los asistieran en su Proyecto.

—Pero —advirtieron—, domesticar planetas requiere Colonización Galáctica. Y la Colonización Galáctica - bueno, requiere un gran conocimiento de Biología Cósmica, y la ciencia y el saber de la Matriz. ¿Realmente poseen ese conocimiento?

Uno de los Analógicos habló en nombre de los Arcturianos reunidos:

—Nosotros somos de Urarctania. No sólo somos eruditos sino sabios. Pueden pensar que, comparados con ustedes, somos unos advenedizos, pero ya nos hemos enfrentado con más de lo que cualquiera necesita saber acerca de esta Zona Experimental y sus dominios biológicos. Sí, Lucifer ha hecho bien su trabajo. Y así, con nuestra Sonda, hemos sobresalido. Por tal motivo, también sabemos mucho acerca de la Matriz, su saber y su ciencia, como ustedes dicen.

—¿Y qué saben exactamente acerca de la Ciencia de la Ingeniería Planetaria?

A esto, los sagaces Analógicos respondieron alegremente:

—Nada en absoluto. Pero esperamos aprender todo lo que ustedes sepan, ¡Oh Sabios Antarianos!

Y con esta respuesta nació la Gran Alianza entre los Arcturianos y los Antarianos, una alianza que condujo a la instalación de la Estación Intermedia Arcturo-Antares.

Como habría de verse, los Antarianos y los Arcturianos se necesitaban mutuamente, en más de una manera. En tanto los Arcturianos poseían 7 nodos sensoriales, los Antarianos sólo poseían 5. Aunque, por esto mismo, contaban con una concentración mucho mayor.

Aunque habían sido aprendices de los Constructores Estelares en Orión, ninguno de los Antarianos había realmente experimentado la Matriz, por lo menos no como los Maestros Ascendidos Arcturianos. Empero, el conocimiento y la experiencia de los Antarianos eran vastos. Así que la cooperación de ambos era necesaria.

El Diseño Planetario, como los Antarianos lo practicaban, es una forma de composición musical. Para practicar este arte, uno debe poseer un Sensorio Multidimensional. Los Antarianos condujeron a los Arcturianos a uno de tales Sensorios profundamente dentro de la Estación. Allí pudieron experimentar un Simulacro de Construcción Planetaria.

Cada órbita planetaria es como un tono o un acorde. El Planeta mismo es la nota que mantiene el Acorde Tonal. La Nota Planetaria es «inscrita» según la calidad de resonancia del Acorde Tonal u órbita. Las inscripciones que lleva un Planeta definen los tipos de formas de vida que es capaz de manejar, tales como Carbono o Silicio. Todos los Planetas de un Sistema Estelar deben ser cuidadosamente inscritos de modo que sus relaciones mutuas sean también armónicamente resonantes.

Todo este proceso es extremadamente delicado, y llevado a cabo mediante una forma suprema de Concentración o Meditación Grupal. Cualquier hesitación o pérdida de conciencia o discernimiento puede dar como resultado «aberraciones» evolutivas.

—Lucifer fue, una vez, Diseñador de Planetas, o por lo menos puso sus manos en eso —comunicó Anatara (Ana-Tara), la más vieja y sabia de los Antarianos—. La curiosidad de lo que podría suceder si la Conciencia fuera dirigida de manera demasiado desviada - eso es lo que inició todo este desbarajuste cósmico. Y ahora, henos aquí con ustedes, Arcturianos. Ustedes piensan que domesticando planetariamente un Sistema Estelar podrán vencer el Plan de Lucifer. Veremos. Será un proyecto prolongado y muy peligroso.

»Pero este Velatropa 24... Sí, nosotros fuimos responsables de su Programa de Diseño Planetario, pero no fue fielmente ejecutado. No estamos seguros de cuál fue el problema. Quizás fue un asunto del número de Planetas - ¿Eran 12? ¿O solamente 10?

»Vuestra llegada aquí, a la Estación, es oportuna. Con su asistencia, Arcturianos, debemos ahora comandar este Satélite en beneficio de la Sonda. En honor a todos nosotros, rebautizaremos esta Estación como Estación Intermedia Arcturo-Antares. Pues es aquí que estamos a mitad de camino entre nuestros Sistemas Natales y Las Pléyades. Y es también aquí que nos hallamos a mitad de camino de determinar el resultado del Plan de Lucifer».


ANATARA, LA REINA DE LA MUERTE

La historia de Anatara —la que conoce el supremo Sendero hacia las Estrellas, la Enlazadora de Mundos, la Conocedora de la Muerte—, comienza en los Campos Estelares de Orión.

Originalmente, había sido seleccionada entre los Antarianos debido a sus Dones como Cantante del Cristal. Cantar tonos multi-resonantes era considerado un gran Don, especialmente por su aplicación en el Diseño Planetario y el Código Púlsar. Pero su deseo profundo y permanente era establecer contacto con otros elementos del Ser Galáctico.

Entre los Constructores Estelares de Rigel y Betelgeuse de Orión, los Antarianos aprendían las artes de la Construcción y Diseño de Planetas. En el Sensorio donde los Constructores Estelares estaban iniciándolos en el Grabado Resonante, Anatara recibió un llamado: una luz penetró en ella, pero desde dentro. La luz ardía, de modo que ella tuvo que abandonar el lugar.

Cuando se dirigía hacia el Gran Núcleo de Orión, la luz en ella creció en intensidad, hasta cubrirla por completo. Entonces, se sintió catapultada simultáneamente en cada dirección, perdiendo todo sentido del control, y luego experimentó repentinamente un profundo relajamiento.

Anatara sintió que una inteligencia muy penetrante y brillante la exploraba. Cada terminación nerviosa de su cuerpo fue penetrada, explorada, rastreada, grabada, excitada y liberada. ¿Quién o qué era esto?

—Soy Lucifer —vino la respuesta—. ¿Sabes qué has experimentado?

—Profundo placer, placer indescriptible, algún tipo de conocimiento —respondió Anatara.

—Quizás. Pero eso es sólo la sensación. Lo que has experimentado es la MUERTE—, dijo Lucifer, poniendo énfasis en la última palabra.

—Pero si eso fue la muerte, ¿Por qué estoy aún aquí? —preguntó Anatara, sintiendo todavía el estremecimiento que sigue a placeres secretos.

—Mi queridísima, mi elegida. Me has añorado porque se necesita saber. Lucifer, el que trae y porta la Luz, es el Guardián del Reino de la Muerte. Pero si la muerte es el placer para todos tus nodos sensoriales, tal como acabas de experimentarlo, entonces, ¿No es acaso el Reino más deseable, esta experiencia llamada Muerte?

Anatara deseaba saber acerca del Reino de la Muerte. Y así se transformó en aprendiz de Lucifer. Viajaron al gran Cuadrante Norte dentro de la 5D. Éste es el Reino de la Muerte, donde Lucifer, cuya luz va más allá de la 5D, la consagró Reina de la Muerte.

Durante mucho tiempo, Anatara permaneció perdida, intoxicada en este Reino, por conocer el poder de Lucifer y aún así mantenerlo en secreto. Pero era evidente que Lucifer estaba inquieto. Este Reino resultaba insuficiente para él y para ella.

Aunque Lucifer no deseaba dejar ir a Anatara, ella encontró en la potencia de su ser, poderes para conjurar la voluntad de Lucifer. Otorgándole poder para abandonar el Reino de la Muerte, Lucifer le pidió que no compartiese lo que había aprendido. Pero ella tampoco pudo prometérselo.

—Que así sea —declaró Lucifer—. Que seas a partir de ahora conocida como el Enlazador de Mundos, pues has logrado el arte de enlazar los Mundos de la Vida y la Muerte. Pero no te dejaré. Cuídate, pues mis dominios se extienden con cada giro de la Fuerza-G que independientemente del tiempo surge en espiral desde el Centro Galáctico. En tanto haya luz, Lucifer habrá de prevalecer.

Reflexionando sobre estas palabras, Anatara reingresó en 4D y 3D, regresando entre su familia original antariana, los Diseñadores Planetarios. Los encontró practicando sus artes lejos de Orión.

Su repentina desaparición había causado confusión entre los Antarianos. Y esto se proyectó a una distante Estrella, Velatropa 24. Sin la presencia, poder y conocimiento de Anatara, las Líneas Musicales no se ajustaban a los patrones, de modo que resultaron menos Planetas de lo proyectado.

En toda su experiencia, era el primero de sus diseños que había fallado a su Propósito. Por este motivo, Anatara dio gozosamente la bienvenida a los Arcturianos cuando arribaron a su lugar de descanso en la Estación Intermedia ahora llamada Estación AA.

0 comentarios:

Publicar un comentario