martes, 4 de mayo de 2010

LA SONDA DE ARCTURO



PRIMERA MISIÓN: PLANETA ATLANTESIA DE ALDEBARÁN

Una vez que la Guardia de Avanzada de los Analógicos Meta-Arcturianos se liberó de sus cuerpos físicos dentro de las colinas color lavanda de Urarctania, tejió su camino hacia el Sistema Aldebarán de Tauro.

Aldebarán fue escogida porque, de acuerdo con informes de la Federación Galáctica, había virado en una dirección alejada de los Luciferinos que dominaban la mayor parte del Sector de Velatropa. Ya que se trataba de su primera Misión, los Arcturianos prefirieron un blanco fácil.

El sendero marcado a fuego por los Analógicos abrió realmente una Zuvuya (Circuito de Energía Interdimensional y Memoria Cósmica) entre Arcturo y Aldebarán. La siguiente tarea fue señalar en cuál de los 14 Planetas de Aldebarán se pondría en práctica la Sonda.

Lo descubierto en Atlantesia, el Planeta 4, fue un punzante punto de entrada. Éste había servido de refugio-jardín para seres de diversos otros Planetas de Aldebarán, donde algún tipo de travesura o agravio había vuelto inhabitables a dichos Planetas.

Ni siquiera en Arcturo podía contemplarse un cuerpo celeste más bello. Diariamente, una andanada de nubes iridiscentes descendían filtrándose en grandes formas semejantes a Dragones, sólo para disolverse a corta distancia de las rocas vegetales o las aguas púrpuras de los vastos Océanos de Atlantesia. En verdad, la sola contemplación de este Planeta desde cualquiera de sus dos Lunas, deslizaba a los Arcturianos a agudos coros de Memoria Cósmica.

Sus habitantes eran mantenidos bajo servidumbre por un perverso grupo de criminales que continuamente propalaban al populacho sus Formas de Pensamiento con aterradoras imágenes de mutilación y tortura.

Con el fin de «ayudar» al pueblo a eludir esas imágenes aterradoras, ese mismo grupo criminal ofrecía formas de contra-pensamiento con máquinas que podían ser «compradas» con sólo aceptar una especie de Número de Serie que podía usarse en una Lotería para ganar Créditos. Esos Números de Serie eran retenidos por el Cártel Secreto y utilizado para rastrear al populacho entero. De vez en cuando, a modo de cortina de humo, el Cártel Secreto fomentaba una guerra entre diferentes Clanes Atlantesianos.

Entre los muchos Clanes Atlantesianos, estaban los que comprendían la naturaleza general de su situación. Entre estos grupos se contaban los «Asesinos de Dragones», el único grupo que había sido capaz de soportar la amenazante andanada de Formas de Pensamiento emanadas del Cártel Criminal.

Ocultos dentro de profundos nichos montañosos en las regiones del Polo Sur de Atlantesia, los Asesinos de Dragones eran feroces, aún cuando predominaba en ellos un tierno afecto, similar al de los Analógicos. Éstos aplicaron un buen número de técnicas de Encantamiento del Sueño, incluyendo la Encarnación Estratégica.

En una generación más, se produjo algo así como un renacimiento entre los Asesinos de Dragones. Allí donde nunca antes hubo filósofos, surgió entre ellos un Maestro de nombre Memnosis (palabra que significa «En Condición de Recordar»).

Así, este Memnosis expuso la noción de que Atlantesia no sólo poseía un Núcleo Viviente, sino que por entonces ese núcleo era mantenido cautivo por el Cártel Secreto Gobernante Anónimo. Valiéndose de las longitudes naturales de onda del Núcleo, el Cártel era capaz de permear el planeta con Formas de Pensamiento contradictorias, negativas, que mantenían a la inteligencia del resto de Atlantesia en cautiverio.

Fue idea de Memnosis que, cultivando el Holón (Cuerpo 4D), un grupo selecto de Asesinos de Dragones podrían apoderarse del Núcleo, barrer con el Cártel Secreto, e insertar pautas de información sensorial positiva en las Longitudes de Onda Planetarias.

Tras diversos intentos, Memnosis perdió la vida. Pero, como sucede con frecuencia, Memnosis fue más grande como mártir que como ser vivo. Muy rápidamente, entonces, los Asesinos de Dragones tuvieron éxito en su misión.

De ahí en más, formas reprimidas de fragancias eróticas, sincronizadas con el flujo y reflujo de patrones de nubes iridiscentes, renovaron la vida de Atlantesia. En una generación más, los Atlantesianos estaban unificados. Aprendiendo por sí mismos formas de Código Púlsar, los Atlantesianos prepararon lanzamientos para asistir a otros Planetas del Sistema de Aldebarán.

Nunca sospecharon los Atlantesianos que habían sido el objeto de la Primera Misión de la Sonda de Arcturo. Los Arcturianos supieron que Aldebarán se encontraba así en un sendero inevitable y que, tarde o temprano, se reconocerían mutuamente en los Consejos Interestelares de la Federación Galáctica.


DONES Y ESCUDOS

La osadía que una de las Unidades Arcturianas, Memnosis, manifestó para encarnar y de hecho morir por la Sonda, pareció impresionar como una novedad singular a los Mayores de la Federación. Al mismo tiempo, advirtieron a los Arcturianos que no debían transformar semejante sacrificio en una práctica habitual.

Citados por el Consejo de la Federación, los Analógicos Meta-Arcturianos recibieron palabras de encomio - y una recompensa. Laiftetzún (Layf-Tet-Tzun), el Regente de Alción de Las Pléyades, el Mago Andrógino de la Alta Corte de la Magia, hizo una de sus raras apariciones y dio a las Líneas de Avanzada de Arcturo una recompensa: el don del arte de moldear un Encantamiento del Sueño.

Entonces, la Esencia de Memnosis, que aún se hallaba entre los Arcturianos, convocó a la Mesa Redonda de la Orden Azul de la Magia. Su propósito era moldear un Oráculo del Encantamiento del Sueño para la próxima Misión de la Sonda de Arcturo.

Dentro del domo 4D de una Estación Espacial Intermedia entre Arcturo y Las Pléyades, se reunieron en sus Holones o Cuerpos Astrales. Entre los seres reunidos se encontraban ya unos pocos selectos de Aldebarán, la Fuerza de Elite de los Asesinos de Dragones.

Entonces, desde el núcleo de la Estación —«El Caldero», como lo denominaban—, surgió la voz oracular:

—Queréis conocer vuestra próxima Misión, pero eso es tonto. Para conocer vuestra próxima Misión, debéis saber de dónde provenís. Si sabéis de dónde provenís, entonces un Escudo que muestre de dónde provenís es todo cuanto necesitáis. La Misión se presentará por sí misma. El Escudo os protegerá recordándoos vuestros Orígenes.

Silencio. El oráculo había hablado. Humo coloreado, relampagueantes rayos de luz y exóticas fragancias quedaron suspendidas en densa expectativa.

—Un Escudo debéis tener —habló otra vez el Oráculo— y un Código en ese Escudo, para que todos puedan conoceros a ustedes y a vuestras intenciones.

Entonces, a cada uno de los Analógicos Meta-Arcturianos, les fue dado un Escudo Circular, una «urdimbre» de sustancias astrales. Esas sustancias contienen información codificada, conocimiento curador, Encantamientos para ser disparados telepáticamente.


MERLÍN Y EL CONSEJO DE MAGOS DE PROCIÓN

A continuación de la Mesa Redonda de Memnosis en la Estación Espacial, un pequeño contingente de Analógicos se reunió en círculo, con sus Escudos ostentando la cimera de 8 estrellas de Arcturo. Entre esos Analógicos que exponían sus Escudos se encontraba Memnosis, Arcturiano entre Arcturianos.

En esa primera Mesa Redonda, quedó conjurada la trama de la próxima Sonda, en medio de las guirnaldas de luz fumífera y haces de aromáticos pensamientos.

—¡Proción en el centro de Velatropa! ¡Sus elementos son salvajes y confundido está en el caos! —proclamó el Oráculo.

Entonces, desde el corazón de Memnosis estallaron emanaciones en grandes rociadas de caracteres y escenas panorámicas. Cegador, el torbellino de formas vitales alcanzó su crescendo orgásmico.

Entonces fue que, a partir de una emanación del corazón de Memnosis, Merlín fue engendrado dentro de un árbol, un gigantesco tronco en crecimiento de venas y pulpa nutricia, en un Planeta del Sistema Proción del Can Menor. Apartándose del árbol, desembarazándose de sus costras y su corteza, sus enredaderas y hojas, sus raíces y ramas impregnadas de hongos, se sintió en una recién descubierta forma corpórea.

Memnosis no era sino un vago recuerdo. Cómo había llegado ahí era un recuerdo más vago aún. Pero allí estaba el Escudo de Arcturo. Resplandeciendo en azul y violeta, el escudo pulsaba en su Visión Interior. Entonces comprendió.

Merlín se dio cuenta de que sólo le bastaba pensar, formar una imagen mental, y ésta surgía a la existencia. Sólo con desear un lugar cómodo para descansar, una Torre de grandes bloques cristalinos de Mármol Arcturiano de color lavanda saltó a la existencia para satisfacer sus necesidades.

Entrando en esa Torre, encontró su escalera de caracol y lentamente ascendió sus 208 peldaños. Justo después del último peldaño había una especie de puerta. Apenas la empujó, giró en sus goznes con un atronador ruido seco. Adentro había algo semejante a un laboratorio o taller.

Los rincones eran fríos y oscuros. Las paredes parecían ser de alguna sustancia transparente o traslúcida. Murmullos de muchos seres llegaron a él mientras observaba cómo las paredes ascendían y descendían, se alejaban y se aproximaban, como los aparejos de un telar.

Sin esfuerzo, sintió que lo elevaban y colocaban en varias posiciones en diferentes secciones de la cámara. Con cada posición que su cuerpo tomaba, aparecían paneles enteros de luz y registro mental. Tan pronto Merlín pensó en los Analógicos, un gran Círculo de ellos apareció a su alrededor: el Consejo de Magos.

Un Mago es un Mayor de Proción, una emanación del corazón de Memnosis. Un Mago se atiene a diversos Códigos y Poderes Arcturianos. Primero y ante todo, el Mago se atiene al código de refinar y limpiar los ojos del corazón, para que el Amor pueda estallar puro desde el espejo que refleja la bendición espiralada de la Serpiente.

Entonces los Magos, con el poder otorgado por Merlín, el primero en dejar el árbol, se atienen a sus Leyes, a sus conocimientos, y estos conocimientos deben llevarlos a los Mundos Perdidos, para que puedan ser hallados nuevamente.

Ningún Planeta puede elevarse a la exaltación de su Destino sin invocar el Círculo Primigenio de los Magos. En ese Círculo, dentro de una Esfera de Cristal, está sellado el Conocimiento del Mago. Y dentro de su puntiaguda Corona de Estrellas, están guardados todos los Encantamientos.


TRAGEDIA EN ALFA CENTAURO

Memnosis partió en una nueva Misión, al Sistema Fomalhaut del Pez Austral, mientras Merlín permanecía en Proción. Para los demás, la primera noción fue que un Sistema como Alfa Centauro —compuesto por tres Estrellas: A, B y C— era perfectamente adecuado para ser sondeado.

Al monitorear este Sistema dentro de sus Capullos de Espacio-Tiempo, los Analógicos Arcturianos experimentaron fenómenos alta y hasta violentamente contradictorios. Según parecía, elementos de Alfa Centauro A procuraban ejercer un control de una terrible especie sobre elementos de Alfa Centauro B. Se hacía difícil obtener información, pues los Campos Electromagnéticos de ambos Sistemas se hallaban en alto grado de flujo.

Cuando finalmente consiguieron alguna orientación sobre el asunto, la situación se veía así. Una Civilización 3D de baja calidad, pero inteligente, había tomado el control de los 4 Planetas del Sistema A. Y otra raza, más orientada a la 4D, había intentado llevar a la práctica el enajenamiento de los 6 Planetas del Sistema B.

Celosos del mayor número de Planetas del Sistema B, la Civilización de baja calidad de Sistema A había optado por encontrar la manera de colonizar el Sistema B. La idea era que, con más Planetas, la población podría expandirse y lograr una mejor chance de desarrollar mayor diversidad.

Sin embargo, cuando los de Alfa A se enfrentaron a las entidades energéticamente más cargadas pero con motivación relativamente menor de Alfa Centauro B, se maquinó una nueva estrategia: esclavizar a los de Alfa B y usar su energía como medio para prolongar la breve vida de los cuerpos de Alfa A.

Esta espantosamente repugnante forma de Vampirismo Energético se hallaba en plena carrera, cuando elementos avanzados de la Sonda de Arcturo deliberaron acerca de qué tipo de Encantamiento del Sueño se debería aplicar, qué Tiempo Paralelo debería ser evocado para interceder y volver la situación hacia la meta de la Libertad Sensorial y Mental.

Se creó una interfase congruente con el entretejido mental de los de Alfa B, con la intención de excitar en ellos su capacidad latente para la Unión Telepática Consciente.

Tan pronto como los de Alfa B comenzaron a responder al influjo de los nuevos e imaginativos Engramas, golpeó la tragedia. En el mismo momento en que estaban conectándose y creando un Canal de Elevada Conciencia, grandes y horrorosas tormentas eléctricas surgieron de la nada. En un instante, la faz de uno de los Planetas de Alfa B se transformó en chatarra carbonizada, mientras que otro cambió de curso, sólo para acabar explotando en todas direcciones.

Aterrados por lo que había sucedido, y suponiendo que era el resultado de su experiencia, un número de Arcturianos descendieron al Planeta carbonizado para investigar. Tal era la ansiedad y la consternación de los investigadoras ante esa escena de destrucción, que no estaban preparados para lo que sucedería a continuación: en un movimiento repentino, varias de las Naves de Alfa A, se abalanzaron sobre los Arcturianos y los capturaron.

Todo el entrenamiento de los Analógicos Arcturianos era vencer mediante el Amor, la Pasión, el Arte, con los halagos sensoriales más elevados. Las Unidades cautivas hicieron lo que mejor pudieron con sus captores. Pero nada las había preparado para la crudeza de los de Alfa A, quienes —lo supieron entonces— orgullosamente se autodenominaban los Parasíticos.

Tras una cantidad de groseras manipulaciones con los cuerpos de los Arcturianos, los Parasíticos comenzaron a clonar partes de ellos con la esperanza de inyectar su material genético en el de ellos, dado que parecían tener conocimiento de algo que ellos ignoraban.

Por supuesto, la siguiente generación de los Parasíticos experimentaron el resultado: una «Raza Maestra» que en realidad era un monstruo híbrido. Tan pronto como esta nueva raza, los Cíclopes, llegó a mayor edad, otra cosa terrible sucedió. Los Cíclopes se volvieron, en actos de canibalismo, contra los Parasíticos Mayores, que se encontraban físicamente impotentes para lidiar con ellos.

El poder de los Parasíticos se debilitó y abatió. Finalmente, la anarquía y la barbarie triunfaron en los centros gobernantes de los 4 Planetas de Alfa A. Se habían acabado los días en que aterrorizaban a Alfa B, pero a qué precio...

En respuesta a lo sucedido en Alfa Centauro, encarnaron dos Colonias Arcturianas, una en cada uno de los Planetas más alejados del centro de Alfa Centauro A y B. Ambas Colonias debían adoptar una fusión de culturas y ver si éstas, con el tiempo, podrían ser desarrolladas para armonizar aquel Sistema perturbado.

Pero entonces supieron que se habían hecho cargo de algo que no habían conocido antes. Algunos entre ellos hablaron de la pérdida de la inocencia. Y muchas impetuosas baladas y canciones surgieron de esos sucesos. Otras hablaban más positivamente acerca del aumento de su agudeza.

Pero aún así, mientras sus Capullos Interdimensionales de Espacio-Tiempo rotaban lentamente en las vastas cavidades de la noche interestelar, muchos más entre los Arcturianos continuaban reflexionando y preguntándose qué sería de ellos en aquel interminable evento llamado la Sonda de Arcturo.

0 comentarios:

Publicar un comentario