Los hogares de los nativos consistían normalmente en unidades familiares. La mayor parte de ellos estaban distribuidos con buen gusto por todo el paisaje. Aparte de las esquinas redondeadas y las fachadas planas, se parecían un poco a las casas suburbanas de la Tierra, excepto que allí se confundían con el entorno. Los interiores de las casas también estaban amueblados de forma sencilla, con colores sólidos. Había un tipo de arte que era realmente hermoso. Consistía básicamente en representaciones de los emplazamientos naturales del planeta. Una pieza de arte representaba una granja. Tenían algunas granjas, aunque gran parte de sus alimentos eran sintéticos. También tenían pantallas de observación con un sistema de sonido, pero no pude ver altavoces. Puede que el audio pasara directamente a los sentidos. No lo sé.
No existían calles tal como nosotros las conocemos. El transporte se realizaba a pie o mediante un artefacto de transporte público que te podía enviar a cualquier lugar deseado. Cada casa tenía una terminal para este servicio de transporte. No existía ningún tipo de vehículo.
Después de la visita a la ciudad me llevaron a lo que denominaban un centro de educación. Allí pasé por un proceso que me dijeron me daría el equivalente de cuatro doctorados diferentes en la Tierra. Los temas eran física, electrónica, psicología y teología. Me dijeron que, con el tiempo, este conocimiento saldría a la luz durante, mi vida en la Tierra.
Mientras recibía esa educación, también me llevaron a su centro médico y me hicieron unas pruebas. Eliminaron los problemas neurológicos que sufría, lo cual explica por qué mi torpeza desapareció prácticamente de la noche a la mañana. También me liberaron de mi soplo cardíaco. El médico de la familia dijo que había sido un milagro. Me había examinado el corazón y había encontrado claramente un soplo. Un mes más tarde ya no estaba, pero no sabía por qué. Fui sometido a mas pruebas neurológicas, pero descubrieron que no tenía ningún tipo de problema de control. No hace falta decir que yo estaba muy contento con mis nuevos amigos de las Pléyades.
Los Pleyadianos son personas como usted y como yo, sólo que más evolucionados. Existen desde hace mucho más tiempo que nosotros y viven más años. Su vida es de unos 1.000 años pleyadianos, lo que equivale a unos 700 años terrestres. La mayoría de ellos tienen un aspecto casi como copias exactas unos de otros. Todos tenían el cabello rubio y los ojos azules, pero sus personalidades eran diferentes. Su vestimenta era sencilla y normalmente de un color. Los problemas de salud eran prácticamente inexistentes.
Mientras yo recibía mi educación, me iba a casa por la noche con el científico en jefe. Los pleyadianos tenían habitaciones para sus hobbies y la suya era un laboratorio situado en la parte trasera de la casa. Ocupaba todo el ancho de la casa y probablemente mediría unos 30 x 9 metros. Estaba muy bien equipado y tenía un aspecto impecable. Consistía en electrónica muy avanzada y sólo algunos de los artefactos tenían controles fácilmente reconocibles. También era éste el caso de los aparatos electrónicos que vi en los centros gubernamentales y científicos.
Este hombre coleccionaba tecnología antigua de la misma manera que yo colecciono antiguos equipos de radio. Era su hobby y disfrutaba con él. Me dijo que algunas piezas de su colección tenían miles y miles de años. Algunas incluso se parecían a equipos que podríamos ver actualmente en la Tierra. Al parecer, las instalaciones de investigación pleyadianas tenían instrumentos como los nuestros porque este equipo es probablemente el más versátil para la investigación y el desarrollo. No hay nada que pueda sustituir a un hombre frente a su banco de trabajo y probando un circuito. Creo que no existe ninguna duda de que nuestra civilización está basada en la suya. Incluso vi asientos que funcionaban de manera muy similar a la Silla de Montauk.
El científico en jefe era mi guía principal, aunque había otros. Me enseñaron cosas sobre su sistema estelar y sus aficiones culturales.
Existen seis planetas dentro del grupo estelar conocido, como las Pléyades que componen la sociedad a la que me referiré como «pleyadiana». Tres de estos mundos son muy parecidos al nuestro cuando al tema del desarrollo físico. Arian es el centro filosófico. Alderón es el centro técnico donde tienen lugar los proyectos científicos y de producción. Aldebarán es el nombre del planeta que contiene el centro de defensa. Éste es el grupo que combate en sus guerras y es algo así como un grupo escindido del resto de la cultura pleyadiana. Son muy protectores con sus compañeros pleyadianos, a veces en exceso.
Los otros tres planetas que componen la sociedad pleyadiana no están poblados por criaturas del tipo humano. Los seres de estos planetas son energía pura. En uno de ellos reside el consejo superior (no físico).Se trata de los doce superseres que rigen la cultura pleyadiana. Cada uno de los doce tiene igualdad de opinión. Literalmente tienen el bien de todos en su corazón y en nuestra cultura los podríamos equiparar a los ángeles. Ninguno de los seres pleyadianos cuestiona al consejo ni lucha contra ellos. Nunca se ha dado el caso.
El lector podrá comprenderlo más fácilmente si le digo que nunca he oído una decisión tomada por el consejo que no fuera la correcta. Estoy hablando de una sociedad libre y armónica que nosotros consideraríamos una utopía. El motivo principal por el que han alcanzado este estado evolucionado es que desarrollaron una conciencia colectiva que les une a todos ellos. Este lazo se manifiesta en las mentes individuales de los pleyadianos como una voz con la cual se puede conversar. No se trata de una cacofonía de voces ni tampoco da órdenes ni intenta controlar a nadie. Es más como un compañero o un consejero.
De esta manera, todo pleyadiano accede a una parte de la conciencia colectiva mientras conserva su propia individualidad. Si la humanidad estuviera unida de una forma así, creo que no existirían guerras ni delincuencia en la Tierra. En realidad ya disponemos de esta facultad, pero es un lazo inconsciente que todavía no conocemos a nivel consciente. Sé que está allí porque personalmente he desarrollado un vínculo con la
conciencia humana terrestre, pero no escucho una voz como en el caso de la conciencia pleyadiana. Si desarrolláramos al máximo esta facultad, probablemente se manifestaría como una voz.
La voz pleyadiana normalmente sólo me aconseja o me dice dónde puedo encontrar las respuestas a diferentes cuestiones. A veces me exaspera porque no quiere contestar a preguntas directas, sino que solamente me dice donde encontrar respuestas.
De acuerdo con lo que aprendí, la historia de la civilización pleyadiana remonta a la antigüedad.
Tiene más de 100.000 años terrestres y se originó en lo que ellos llaman el Viejo Universo.
Atravesaron una barrera y entraron en esta parte de nuestra galaxia.
Se instalaron entre las siete estrellas hermanas que en nuestros planisferios aparecen con el nombre de Pléyades. Están muy seguros de que fueron unos colonos cuyos orígenes no pertenecen a esta galaxia.
Su definición del Viejo Universo resulta algo confusa. Es algo así como el universo que el Creador creó originalmente y se parece un poco a la saga de la Guerra de las Galaxias de George Lucas. El Viejo Universo se parecía mucho a éste. Existían ciertos problemas, así que creamos nuestro propio universo (este universo físico) y atravesamos barreras para entrar. Nada de esto está muy claro y los recuerdos son algo así como una memoria genética. Muchas personas conectan con el Viejo Universo en sus sueños.
Los pleyadianos me dijeron, que creían en un Creador. Cualquier ser con una parte del Creador (nosotros llamaríamos a esta «parte» el alma) es un hijo del Creador. Dijeron que Jesucristo era una proyección del subconsciente colectivo de nuestro planeta. Éste es el aspecto que a nosotros nos conecta con el Creador. Cristo apareció en la Tierra con el ánimo de «darnos un buen empujón» para que volviéramos a funcionar de nuevo en armonía con el Creador.
No conozco todo el programa de los pleyadianos. Por lo que puedo deducir, parece que es doble. En primer lugar, nos quieres ayudar a los de la Tierra porque creen que uno de los pasos clave para la evolución de esta galaxia empieza en este planeta. También les gusta ver que las cosas siguen su curso natural porque creen firmemente en el naturalismo. Su otro programa es antropológico, en el sentido de que su interés está motivado por su creencia de que nosotros estamos experimentando actualmente lo que ellos pasaron hace cientos de miles de años. Su civilización empezó de modo muy parecido a la nuestra y al estudiarnos a nosotros y a otros grupos similares de la galaxia, ellos también aprenden.
La filosofía pleyadiana es muy simple. Actúan guiados, por una estricta «política de no interferencia» aplicable absolutamente a todo el mundo, incluyendo ellos mismos. Están concebidos para ser una sociedad totalmente libre. Lo que quiero decir con ello es que se anima a todo individuo a que escoja una misión o un trabajo.
Siempre y cuando ese trabajo encaje y sea productivo para la sociedad se le da al individuo todo lo que necesita.
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